El mercado de los drones lleva varios años en constante expansión e innovación, lo que ha permitido a las marcas brindar una diversidad de modelos al público, pero sobre todo, encontrar oportunidades de especialización para una audiencia más específica. Dentro de esta gama de opciones, encontramos dos categorías en particular que se destacan por ser las más adquiridas y usadas por los usuarios: los drones de consumo y los de uso profesional y/o empresarial.

Los drones de consumo son los más populares en el mercado, siendo los más accesibles, ya que pueden adquirirse en tiendas departamentales, de electrónicos o comercios en línea. Su función principal es la del levantamiento de imagen y video aéreo de alta calidad, con equipos que alcanzan definición HD, 2K o hasta 4K a 60 o 120 fps. Estos modelos cuentan con cámaras profesionales diseñadas para captar imágenes desde una perspectiva nueva, como panorámicas o zooms.

Los drones de consumo tienen un menor tiempo de vuelo, alcanzan en promedio los 30 minutos con distancias de hasta 10 km. Este tipo de modelos usualmente son utilizados para captar material audiovisual con fines cinematográficos, para fotógrafos profesionales o de entretenimiento personal, su diseño suele ser compacto y portátil para llevarse con facilidad a todos lados y aprender a manejarlos es relativamente fácil, ya que los controles tienen interfaces más intuitivas, con guías y opciones de vuelos automáticos.

En cambio, la gama profesional para uso industrial o empresarial, cuenta con atributos especiales, diseñados para resolver necesidades específicas en diferentes espacios de trabajo. El tamaño y peso, a comparación de los de consumo, los hace menos portátiles, ya que pueden pesar más de 3 kg., sin embargo esto no los detiene para volar grandes distancias, pues alcanzan hasta 18 km y vuelan por más de 35 minutos.

Los materiales con los que se elaboran son de alta resistencia como la fibra de carbono y cuenta con protecciones IP43 o IPX5 que los hacen aptos para volar en condiciones climáticas extremas como lluvia, temperaturas altas o bajas, sin afectar su desempeño. Una característica que resalta en estos drones es la capacidad de carga extra de hasta 3 kg., en los que se puede incluir a su estructura cámaras inteligentes, luces o aditamentos especializados como sistemas de riego.

Esta diferencia es la más notable en su rama, ya que estos accesorios son la clave para realizar misiones especializadas en las industrias, las cámaras inteligentes permiten capturar datos aéreos usando técnicas de fotogrametría, topografía, cartografía o termografía y los sistemas de riego permiten la limpieza de celdas solares o la aspersión de fertilizantes y pesticidas. Siendo así que, pueden ser utilizados en el sector minero, agricultor, constructor, energético o de seguridad pública. Debido a estas aplicaciones, para operar este tipo de drones, es necesario contar con capacitación y/o licenciamiento profesional, pues los aspectos técnicos requieren de un mayor conocimiento para los pilotos.

En suma, podemos visualizar, que ambas opciones tienen atributos destacables, pero debido a sus diferentes finalidades, la magnitud de su trabajo tiene un impacto diferente en los sectores que se especializa. Al final, dependerá el uso que cada usuario quiera darle a su drone para definir cuál es más conveniente adquirir.